domingo, mayo 20, 2007

A mi auténtico Romeo

Hace cinco años que compartimos caricias y aún nos entregamos el alma en cada beso. Yo no se tú, pero cada vez que amanece siento que te amo con más intensidad que el día anterior. Si trato de describirte debo decir que eres la luz de mis ojos, el astro que ilumina mi vida, la cima de mis sueños y el faro de mis esperanzas.
Antes de encontrarte puse mi fe en Romeos baratos que seguían libretos de engaño. Tremendos actores que me hacían creer en el amor para luego quebrar mi mundo en pedazos. Mil veces me levante de mis caídas, y otras tantas subí desde el abismo para volver a buscarte. Cada vez me dejaban más herida, pero eso me ayudó a discernir entre verdad y mentira, y les arranqué las máscaras antes de que me montaran un nuevo teatro.

Aquellos Romeos que me sumergieron en el lodo me enseñaron que el amor verdadero no tiene precio; gracias a ellos pude aprender que un amor como el nuestro solamente se encuentra una vez en la vida. Ya no siento tristeza por mi pasado lleno de penumbras, les agradezco a los falsos Romeos porque ellos me hicieron ser quien soy, me prepararon para ser merecedora de tu amor y me dieron fuerzas para llegar al altar de tus labios.

Te agradezco a ti, mi Romeo auténtico, por desvanecer la oscuridad de mi vida con la preciosa luz que llevas dentro. ¡Te amo!